Texto contextualizado: |
abona el precio de la entrada, baja la tenebrosa escalera que lleva al sótano, sigue el rayo de luz de la acomodadora, ocupa una butaca solitaria y desvencijada. ¿Habrá tomado en serio la cita del sombrío revolucionarlo oteka? Dada la oscuridad del lugar, no nos consta que se haya instalado en la decimocuarta fila ni podemos distinguir a ningún agente secreto vestido de niña, con tirabuzones, trajecito blanco y sandalias: se ha repantigado en su asiento y contempla con |
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