Texto contextualizado: |
limar todavía tus uñas, verificar la aparente serenidad de tu rostro en el espejo o descargar la vejiga en el lavabo, acabas de descubrirlo, doblado, sobre la vieja y cochambrosa moqueta. Como el título te resulta desconocido e ignoras incluso en qué lengua está escrito, tu primera reacción será echarlo sin más a la papelera: con las horas contadas, la idea de averiguar su misterioso idioma te parece un desatino. Con todo, una paulatina e irresistible curiosidad te |
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