, tenerla a mano es lo más grande... Mi suerte la tendrás tú, te la dejaré con esta bolsita en su tiempo. Tú ahora me la revives, se me anima contigo el corazón, resucitan los recuerdos, me arden las ansias y las ganas... Es el cariño, niño mío; que no hay palabras, no, no hay palabras...» « ¿ Qué le ocurrirá ?... No puede estar enfadada por la discusión del otro día», piensa