Cómo visten hoy las mujeres, mamma mía! » Van tan cortas que le hacen sentir frío por ellas, a pesar de su pelliza, y acelera el paso tras encender su cigarrillo del día. Cerca ya de las rojas murallas advierte un letrero turístico que proclama, en varios idiomas: Castello Sforzesco. Museos. ¡Hombre!, un museo apareciendo oportunamente cuando no sabía a dónde ir hasta la hora del almuerzo. Decide entrar, con repentinos deseos de ver de nuevo