-. Dime, ¿por qué no me quiere tu padre? -Sí te quiere, mujer... Basta con que seas la madre de Brunettino para que te quiera. -Eso espero yo... Cierto, al niño lo adora; yo no tenía idea de lo que es un abuelo... ¡ Y el niño le adora a él; no hay más que verles jugar! Ahora es ella la que se refugia en el hombre, buscando consuelo. -Yo