selas pero Brunettino romperá a hablar este verano en Roccasera y lo hará en dialecto antes que en el italiano este!... El dialecto, el habla de los hombres. El profesor y el estudiante respetan el conmovido silencio del viejo, que contempla ese estuche de plástico en cuya tapa se lee: «Roncone, Salvatore ( Roccasera ). » Lo vuelve a guardar en el sobre y lee en éste: «Para Brunettino, de los amigos de su abuelo en el