otra pared con ventanas cerradas. Abre y se asoma. Arriba, lo que en Milán es el cielo nocturno: un bajo dosel de niebla y humo devolviendo la violácea claridad callejera de focos y neón. Abajo, un negro pozo despidiendo olor a comida fría, ropa mojada, cañerías, emanaciones de fuel... Al cerrar se da cuenta de que abrió instintivamente, por un reflejo de tiempos de guerra: comprobar si la abertura puede servir de escapatoria. Resultado negativo. «
SON:026.35
DESPEDIRIII - Emitir, expulsar, desprender [un olor o una sustancia]