1920 abundan los libros y las informaciones sobre la realidad real de Rusia, muchos en Occidente y en la América Latina --especialmente los intelectuales pero también no pocos políticos liberales y conservadores, burgueses progresistas, clérigos y católicos de izquierda-- prefirieron durante años y años no enterarse. El informe de Kruschef destapó la olla. Un poco después aparecieron los primeros textos de los disidentes. Desde entonces ya no es posible afectar ignorancia. Más afortunado que Pascal en su polémica contra los