Josefa se dejaba ver un poco más. Recuerdo las tertulias que hacían las dos en la sobremesa, mientras cosían y tomaban café. Yo solía estar presente y tenía la impresión de que ellas no me veían. En aquella atmósfera que creaban flotaba una imagen tuya muy diferente de la que yo tenía por mi cuenta, pero que fue tomando cuerpo en mi interior y lastimándome. Era algo impreciso que se desprendía de sus palabras, de cuanto ellas conocían y yo no,