que estoy cansada. No tengo fuerzas ni deseos de cambiar mi vida. Adoro a mi hijo. Soy feliz con él. En nuestra vida no hay lugar para nadie más. Ni siquiera para ti. Además, ya no te amo. Adiós, Gloria." A través de estas palabras me pareció conocer perfectamente tus cartas, tu proposición de volver con ella, abandonandonos a nosotras. ¿Me equivoco? En mis cavilaciones de niña sobre lo que yo consideraba tu