por encima de los grupos, estallarían con la alegría y el esponjoso florecer del verano. --¿Entramos? --dijo Poli al alcanzar el lugar de moda, el más elegante sin duda, el frecuentado por las personas que David admiraba. Una fugaz imagen de Javier y su llanto solitario, Javier desconsolado, Javier vapuleado por la vida, asaltó a David.