llegada. Es de Rosetta. Larga y enrevesada, como siempre, con muchas tonterías que casi disuaden al viejo de seguir leyendo. Por fortuna su mirada capta una noticia sensacional. «Esa mema de mi hija, ¡ podía haber empezado por eso, y en letras muy gordas! »: el Cantanotte ha empeorado seriamente. El viejo relee el párrafo. Sí, es eso: su enemigo resbala hacia el camposanto, el hoyo se lo va a tragar. Ya no