selo No iba a envolverle en la manta; no es modo para un niño». El viejo, absorto en sus pensamientos, no percibe la llegada de Andrea, a la que Anunziata recibe en el vestíbulo. -Le está durmiendo el abuelo, señora. El hombre está lleno de rarezas, pero se le puede dejar con el niño. Se sienta junto a la cuna como un mastín. Andrea, de todos modos, se acerca a la puerta entornada
SON:080.24
DORMIR.1 - (Hacer) Entrar en un estado de reposo y suspensión de la conciencia