noche de San Silvestre con Hortensia. El santo tiene cara de buen hombre, pero... «En vez de mirar por los pajarillos, que se me comen las ciruelas -se encara el viejo con el bronce-, ya podías ocuparte algo más de los niños... Después de todo, eres amigo de Hortensia.» Le llaman a su espalda y se vuelve sorprendido. Al ver a Valerio recuerda que quedaron en verse después de Reyes. El muchacho lo confirma