-¿Renato? -Sí, querida. Aquí estamos. El viejo reconoce a Andrea: su boca delgada y seria entre los marcados pómulos, bajo la mirada gris. Pero ¿no usaba antes gafas? -Bienvenido a su casa, papá. -Hola, Andrea. La abraza y esos labios rozan su mejilla. Es ella, sí. Recuerda los huesos en la espalda, el pecho liso. «¡Y sigue llamándome papá, a lo señoritingo!
SON:023.15
RECONOCERII.1 - Darse cuenta [alguien] de que [alguien o algo] es una determinada entidad, ya percibida por los sentidos (esp. la vista)