Brunettino mío.» El viejo de pelliza campesina y anticuado sombrero, que durante unos días dirigió la poda en el jardín y luego se eclipsó, reaparece hoy empujando orgulloso una sillita con un niño. Las mamás con sus críos le reciben como a un abuelo apacible haciendo de niñero, aunque basta una sola ojeada del hombre, deteniendose sobre sus cuerpos, para que le miren de otra manera y compongan instintivamente su postura sentada o se lleven la mano a verificar el peinado
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RECIBIRII - Salir al encuentro o atender a alguien que llega de fuera.