presenta solemnemente al niño en cuanto éste se despierta de su siesta: una pequeña pandereta. Rojo el aro de madera, tirante el parche, relucientes como plata las sonajas. El viejo las agita y el niño, conquistado, ríe y tiende entusiasmado las manitas. Pero precisamente las sonajas provocan la objeción de Andrea. -Eso no es para niños. Puede morderlas y cortarse -sentencia la voz tajante a espaldas del abuelo.
SON:160.15
REÍR.1 - Manifestar alegría mediante determinados movimiento y ruidos realizados con la boca