la muñeca y los dedos se volvían turbados hacia sí misma, como si apuntaran a su cadena de oro, o quizá era sólo el ademán, porque luego la palma de la mano abierta avanzaba, parecía apartar desoladoras imágenes de David confundiendo lo excelente y lo detestable... «De algún modo --pensó Julián-- eso también es cierto.» David tenía a veces una tendencia a no distinguir lo bueno de lo malo. Se cegaba con todos los brillos, revoloteaba en torno
JOV:110.17
CONFUNDIR - No percibir conceptualmente la diferencia entre dos entidades, perder (o hacer perder) la 'claridad mental'