de La Bisbal. Se llamaba Aureli Ching Gratacós y era socio del Barça desde 1952. El restaurante le iba bastante bien, aunque notaba la crisis, como todo el mundo. No sabía adónde íbamos a parar, pero no se quejaba, porque los había que estaban peor. --A mí un socialismo tipo europeo ya me viene bien --nos dijo al despedirse. Capítulo décimo Y OTRAS ARGUCIAS APARCAMOS el coche en la plazoleta donde esa misma mañana me había dejado el