los diputados desvalijaron las casas de alquiler y que hasta a los vestuarios teatrales fueron a dar; Rafael Galván alquiló el del Conde Drácula y se ve rete chistoso; dos senadores de izquierda, mejor dicho, de oposición, después de comer cabrito en el Correo Español fueron a ver qué encontraban para echárselo encima y ni un esmóquin, haganme favor; entonces corrieron a la calle de Niza a ver a Campdesuñer que, con esta recepción, ha hecho su agosto