me, pero lo escueto de las líneas escritas a toda velocidad deja poco a la imaginación. Me cuelgo de la frase: "Espero que tú lo mismo" y pienso: "Diego quiere que yo esté bien" pero mi euforia dura poco, no tengo con qué sostenerla. Debería quizá comprender por ello que ya no me amas, pero no puedo aceptarlo. De vez en cuando, como hoy, tengo un presentimiento pero trato de borrarlo a toda