semeseme, a nuestras medallas, a la familia, al hogar, que empuñemos las armas, que acudamos, con nuestros años a cuestas, a las trincheras, a las barricadas, al monte agreste, a la mar bravía, que padezcamos hambre, sed, frío, penurias, enfermedades y peligros, que nos apliquemos corrientes eléctricas en el escroto, que nos comamos nuestras heces fecales; pero no nos pida que cedamos el poder; eso no, mi