se enormes Caravaggios, los Und der Kuyter, los Fragonnard, los Nattier y por fin llegamos a la Galería de los Espejos, igual a la de Versalles. Los pisos eran de miel, la madera se fundía dulce, cálida, crepitaba; los prismas se habían ampliado y el agua ya no estaba congelada en figuras geométricas, cuadriláteros, isósceles, octaedros, sino que fluía como un río en un solo sentido; el piso bruscamente se volvió de mármol blanco y negro
DIE:154.12
CREPITAR - Dar chasquidos (especialmente, la madera al arder)