peor de los azotes! Cuando el camión arranca todos caen, los unos encima de los otros, hombros con cabezas, codo con codo; "pobres diablos, están muertos", piensa el capitán, ni un blietzkrieg los haría reaccionar, el camión se estremece, tiemblan sus paredes de lámina y no hay un solo gruñido entre los tripulantes, siguen durmiendo y sin embargo entra un frío terrible. Entonces, el capitán decide: "Voy a enviar un comunicado, mis