donde habéis dicho vos. ¡Sangre y familia! Habla muy bien vuestro padre, Maffei. PADRE.- (A Montesecco.) Los Maffei, quizá lo sepáis, en otros tiempos, eran algo más. Mi bisabuelo aún usaba su título de nobleza. Pero poco a poco todo ha cambiado y hoy yo no soy más que un labrador. (A su hijo.) Y tú nada más que un sacerdote. MONTESECCO.- Ser labrador no es mala cosa