selo las manos con agua, propio del irresponsable por temor, y el lavárselas con sangre, propio del estadista responsable. 9 En el diario EL PAIS del 13 de junio de 1986, me encuentro con un artículo de Gianni Baget-Bozzo, titulado "Una encíclica que sabe a hierro", sobre "la última encíclica de Juan Pablo II" cuya denominación no cita, en la que el autor señala cómo el propio papa Wojtyla parece confirmar en sus palabras la