y quiero descansar. No mover un músculo, cerrar los ojos, sumirme en la niebla ardiente que me golpea el cerebro. Amanece por Central Park y el sol es una amenaza rojo intenso que se levanta envuelta en celofán. Terminaré esta carta. Tomaré una taza de té helado. Me volveré a duchar. Me tumbaré en la cama bajo el ventilador. Y esperaré el invierno. Esperaré la nieve tras los cristales del domingo. Me levanto muy tarde los domingos de