virgen. "Sentí que era yo la que me iba a morir", dijo mi hermana. "Pero por más que volteaban el cuento al derecho y al revés, nadie podía explicarme cómo fue que el pobre Santiago Nasar terminó comprometido en semejante enredo." Lo único que sabían con seguridad era que los hermanos de Angela Vicario lo estaban esperando para matarlo. Mi hermana volvió a casa mordiendose por dentro para no llorar. Encontró a mi madre en el