Mira, Blanche, ¿lo ves? Escribo incesantemente de nosotros, de ti. Escribo esta loca historia de nuestras vidas, perdidos en el mismo huracán. Blanche, ¿eres tú? ¿Es que la pesadilla nunca va a terminar? ¿Todo vuelve a estar del revés? ¿Cómo has entrado? BLANCHE.- Calma. No me lo preguntes ahora. Siéntate. Habrías de hacer un gran ejercicio de imaginación para entender lo muy difícil que me ha sido disimular