mundo. Cuando el invierno era una mica templado, brotaban las ramas, desconcertadas, en diciembre... Los payeses venían con la barretina en la mano. Bon día, decían. Bona nit, decían. Nunca creí que ese viaje terminara... ¿Volveremos a vernos? Quién lo sabe. PALOMA.- Aquí va a arder el hacha: como si sólo vosotras tuvieseis recuerdos. Como si yo no hubiese escuchado más que ruidos de armaduras y galopes tendidos. También a