lalolaloslasela la representación alegórica moderna que dice que las instituciones públicas, y entre ellas las de orden y defensa, ejercen unos poderes delegados por lo que llaman la soberanía popular, no es más que una pía reescritura ideológica de lo que verdaderamente sucedió, y que tal acto de delegación jamás lo hubo, sino que es sólo una ficción jurídica con capacidad de sanción retrospectiva; mas sé también que su propósito no es servir sólo de mito explicativo del