Texto contextualizado: |
el interior de la máquina, frotandola, acomodandola en los menores intersticios, dispuestos a chirriar ríspidamente, redondeando los ángulos con una capa mullida, gruesa; forrando los intestinos de la locomotora con este nuevo líquido amniótico que la suaviza y la vuelve dócil. La grasa nunca se ha visto como cosa sucia en el taller, al contrario, es una bendición, y sin embargo ahora el superintendente Alejandro Díaz se pone a explicarle como si no hubiera sido nunca ferrocarrilero |
DIE:077.33 |