selasselas la foto», piensa, «le daré una copia a la Hortensia». « ¿ Sabes que, bien mirado, los guantes me los trajo la pefana, la bruja buena ? ¡ Sí, angelote mío, ella le sopló la idea a la Andrea, seguro! Aunque buen disgusto se llevó... Profesora y todo, ¡ casi se echó a llorar! » El viejo se regocija mirando al niño dormido.