no sólo substituye a la dictadura militar de facto sino a la antigua legitimidad histórica: la democracia representativa con su sistema de garantías individuales y derechos humanos. Para que se entienda bien en qué consiste esta novedad debo insistir en aquello que señalé más arriba: las dictaduras militares latinoamericanas jamás han pretendido substituir al régimen democrático y siempre han sido vistas como gobiernos transitorios de excepción. No pretendo absolver a las dictaduras. Más de una vez las he condenado: trato de mostrar su peculiaridad
TIE:121.30
SEÑALARII.1 - Indicar con un comentario, mencionar