levantar el pasador de hierro y empujar la puerta. Fuera, recordó la dirección que tenía que tomar hasta alcanzar el cruce de carreteras en que le había dejado, el día antes, el autobús. Al llegar a la parada se sentó en el banco protegido por una marquesina y esperó. Un coche pasó veloz en dirección a Madrid. Venía del camino que Julián acababa de recorrer. «Así, con parecida furia --pensó Julián-- correría David aquel último día.»
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SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas