su enfermedad. Era la única posibilidad que quedaba de curarle, Miguel supo comprenderlo. Pero no era eso lo único que su madre quería decirle. Se sentó en una de las sillas del comedor e hizo a Miguel sentarse frente a sí. La luz que entraba por la ventana era escasa, pero suficiente para apreciar la amable transparencia de la mirada de Mercedes. Su voz sonaba serena y dulce en la grave penumbra de la habitación. --El tiempo
TER:126.04
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas