grisácea y persistente de la lluvia? Peter giró sobre su asiento, dio la vuelta sin levantarse y le ofreció a Jano aquella sonrisa generosa y natural, tan suya: --¡Vaya tarde, amigo! Pasa, pasa y siéntate ahí en la butaca. Jano se extrañó al ver el rostro del pintor ligeramente sonrosado y animoso, a pesar de la progresiva delgadez y de aquella mirada hundida y azufrosa de las últimas semanas. Todo el cuarto mostraba un gran equilibrio
CAR:157.19
SENTARI.1 - Colocar(se) apoyado en algún sitio descansando sobre las nalgas