reaccionar a este cascajo pusilánime. Dejé a la Emilia repasando su libreta de direcciones y arrastré a don Plutarquete hasta la cocina, donde le rocié el cráneo con agua hasta que pasó del sueño a la vigilia y pudo incorporarse, secarse la cara con un trapo lleno de manchas de tomate y llegar tambaleandose al silloncito donde la noche anterior había dormido la Emilia. La cual se unió a nosotros para comunicarnos que María Pandora dormía plácidamente y que su amigo médico
LAB:151.30
SECAR - Dejar sin agua u otro líquido algo que lo tenía en su superficie o en su interior