inválidos, ofrecía un gesto indudable de derrota. Además, el abuelo era altísimo y no andaba encogido ni frotandose con las paredes ni se llevaba con movimiento fugaz una mano a los labios, como si los tuviera húmedos e intentara secarlos. Tampoco el abuelo habría salido a la calle en zapatillas, como aquel hombre, ni con los botones de la camisa mal abrochados o el pelo gris desordenado. El abuelo siempre salía con su imponente capa negra, bien afeitada la
TER:105.23
SECAR - Dejar sin agua u otro líquido algo que lo tenía en su superficie o en su interior