se, aunque sea por respeto al señor obispo. "Fue un soplo del Espíritu Santo", repetía ella a menudo. En efecto, había sido una ocurrencia providencial, pero de una virtud momentánea. Al oírla, los gemelos Vicario reflexionaron, y el que se había levantado volvió a sentarse. Ambos siguieron con la mirada a Santiago Nasar cuando empezó a cruzar la plaza. "Lo miraban más bien con lástima", decía Clotilde Armenta. Las niñas de la
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REFLEXIONAR - Pensar o considerar con detenimiento