tanto recuperarlas como dar ocasión a que el otro las niegue, y se pueda rehacer el repertorio de frases amorosas. A un novio con el que se rompía definitivamente, no había costumbre de volverle a hablar ni siquiera a saludarlo cuando se le encontraba por la calle, detalle bastante sintomático de las escasa raíces de amistad que se habían echado con aquella relación. Las posibilidades de ruptura se aminoraban notablemente cuando el novio empezaba a «entrar en casa», primer
USO:207.14
SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida