aquel tono enérgico con que solía hablar a las criadas: --¿Ha venido el señorito? --Acaba de llegar --respondió solícita aquella vieja mujer que se había ocupado de llevar la casa desde la muerte de nuestra madre. Después saludó con timidez a Bene, que se rezagaba más y más para contemplar cuanto la rodeaba. Caminaba despacio, volviendose en todas direcciones y haciendo comentarios sobre la casa que incluso a mí, que era sólo una niña me parecieron improcedentes.
SUR:057.31
SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida