descubre cada persona que entra. Y, a propósito: ¡Adelante, señores, pasen! por cincuenta centavos conocerán el último adelanto del progreso. Tal vez no tengan otra oportunidad. --Deseenme buena suerte --dijo Carlota. Saludó y entró en el Nóumeno. Arturo la recordaría en esa puerta, como en una estampa enmarcada: el pelo castaño, los ojos azules, la boca imperiosa, el vestido blanquísimo. Salcedo preguntó a Cánter: --¿Por qué dice
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SALUDAR - Decir palabras de cortesía en el encuentro o despedida