, su única habitante, hasta después de tu muerte. Por aquellos días mamá se mostraba conmigo más distante y seca que de costumbre. Parecía gravemente ofendida. Y esa actitud suya que, en realidad, me resultaba muy familiar, provocaba en mí un sentimiento de congoja, como un sollozo que no podía salir. Finalmente, me sentaba en algún rincón y me entregaba de lleno a un llanto liberador, dulce y amargo. Cuando ella me descubría, me preguntaba contrariada:
SUR:021.16
PROVOCARI - Hacer ocurrir como reacción o respuesta