abrió una vez más y en el vano se recortaron las siluetas de dos matones de elevada estatura y anchos hombros, que llevaban las respectivas cabezas cubiertas por sendos capirotes. Me puse de espaldas a la puerta, abrí el maletín, encendí varias cerillas a la vez y apliqué la llama a los billetes, que se pusieron a arder como sólo el papel bien sobado sabe hacerlo. Al darse cuenta de lo que acababa de hacer, los dos esbirros se me vinieron
LAB:203.13
ENCENDER.1 - Hacer arder, incendiar o prender fuego.