uno para obrar tiene que estar siempre pesando el pro y el contra. Si yo hubiese procedido así aún no habría hecho nada en mi vida, ni bueno ni malo. Vos, para matar a un hombre, y aun para beberos un vaso de vino, tenéis que revolver todas vuestras tripas, o escarbar en el fondo de vuestra alma, como gustéis. Yo tengo que tener un arma, fuerza en los brazos y las espaldas bien guardadas. Matar a un