enojó a Bene y, por primera vez, respondió la muchacha a sus insultos: --¿Conoce usted bien la música de cabaret? Creo que fue el tono de su voz, el retintín, la sonrisa burlona, lo que encolerizó a tía Elisa de aquella manera. Yo tuve la impresión de que su cabello, corto y rizado, se erizaba en su cabeza. Sus ojos parecían haber enloquecido y, sin embargo, su voz era contenida, incluso podría parecer indiferente