presencia es palpable en A Coruña, en donde abundan los adeptos, pero en Santiago da la impresión de que Nueva Acrópolis quiere pero no puede. En los inicios de curso aparecen carteles invitando a charlas o actos, sin que se advierta una continuidad, como si de una operación de captación se tratase. A veces las designaciones inclinan a pensar en motivos "ultras" bajo la actuación de organizaciones como "Juventudes Wagnerianas", desaparecidas del mapa de Santiago hace justamente cuatro años