en su fábrica de La Coruña sus líneas de producción de armas ligeras. Esta medida, unida a las inversiones acometidas para modernizar los procesos y a la potenciación de procesos informáticos, no es suficiente, según señalaron fuentes sindicales, para relanzar la actividad. El principal escollo para alcanzar un mínimo nivel de ocupación sigue siendo la indefinición del Gobierno sobre el sector de armamento, la indecisión del INI sobre la estrategia empresarial y también la falta de concreción de los planes de equipamiento de