.) LUCRECIA.- Sosténla, Antonio. Voy por el agua. (Sale Lucrecia. Antonio sostiene a Isabela. La lleva hacia una silla.) ANTONIO.- ¡Apaga eso, Beppo! (Beppo va a obedecer, pero Beffone le contiene.) BEFFONE.- No, no te acerques. Es Satanás... Satanás... (Cae de rodillas y hace la señal de la cruz. Un hombre que corre por la calle se acerca a la puerta